EN EL MÁS ALLÁ
Un cuchillo oxidado cayó clavado sobre el escenario de madera del Más Allá. Los miembros de Agresión Extrema solo atinaron a seguir tocando mientras intercambiaban miradas de asombro. La gente se empujaba en el pogo y agitaba la cabeza con frenesí como si nada hubiera pasado. Francisco terminó de vociferar Sabes, la mierda que eres y se miró con el ‘Robot’ y con el ‘Ratón’ buscando una explicación. Tras unos segundos de silencio y acoples de guitarra decidieron continuar con su presentación. Francisco tomó el micrófono y gritó con fuerza: “Está canción habla de nuestro pueblo….” -¡Calla pituco de mierda! se dejó escuchar en el local barranquino. -¡Calla concha tu madre! A ver, dímelo en mi cara…, espetó Francisco mientras la sangre se le subía al rostro evidenciando su fastidio. Su rubicunda cabellera, que viviera en San Isidro y su ascendencia italiana le caían mal a más de uno en la horda metalera. Francisco masculló entre dientes… ¡Que mierda! y gritó: ¡¡¡Esto es I